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«Fue un martes» de Whitney G.



Autora: Whitney G. 
N.° de páginas: 248 | Editorial: Phoebe 
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Nos conocimos un martes.
Nos convertimos en amigos íntimos y luego en amantes un martes.
Y todo acabó un martes…

Había tres cosas de Charlotte Taylor cuando la conocí en la universidad que debéis saber:
Me odiaba. También afirmaba que yo era «un mandón imbécil con un ego enorme». (Tengo algo enorme, sí. Aunque no es mi ego).
Se tomaba las clases de refuerzo de Literatura que me tenía que dar demasiado en serio.
Era muy sexy… y virgen.

Al menos, eso era antes de que las clases empezaran a durar más de lo que se suponía. Hasta que un beso inocente se transformó en cien besos profundos, y ella se convirtió en la primera mujer de la que me enamoré.

Nuestro futuro juntos después de nuestra graduación universitaria lo teníamos claro: la liga profesional de fútbol americano para mí y la escuela de leyes para ella.

Pero me dejó al final del semestre sin ninguna explicación, y desapareció completamente de mi vida.
Hasta esta noche.

Nos conocimos un martes.
Nos convertimos en todo y luego en nada un martes.
Y ahora, siete años después, en un martes…


 


De entrada solo diremos que esta es de esas novelas que lees en un parpadeo y que disfrutas de principio a fin.

Iniciamos la historia con nuestros protagonistas separados y una relación acuesta que no tuvo su cierre. Greyson nunca ha dejado de pensar en Charlotte por lo que aprovechará la próxima reunión de ex alumnos para poder, finalmente, tenerla cara a cara. 

Como se podrán imaginar por su inicio, la autora nos lleva a largo de estas páginas por un viaje a lo que fueron ellos hace siete años, cuando aún eran universitarios.

Greyson es una promesa del fútbol americano, popular, guapo a rabiar y, además, buen estudiante, por lo que cuando se entera que le faltan créditos en una materia no refuta a su tutor para que este le ponga un profesor particular. 

Charlotte, en cambio, es una chica tranquila que solo quiere sacar adelante sus dos carreras, pero una confusión con sus créditos podrán en riesgo todo por lo que ha trabajado tan arduamente, por lo que cuando su tutor le comenta que podría ponerse al día ayudando a nivelar a otro de sus alumnos, ella acepta sin pensárselo dos veces. Pero lo último que se le pasaría por la cabeza a nuestra joven protagonista es que su alumno sería nada más y nada menos que el jugador estrella de la universidad. 

Desde un inicio Charlotte tilda a Greyson de arrogante, egocéntrico y casanova, por lo que simplemente prefiere mantenerse alejada de él, acto que le resultará un tanto imposible desde ahora pues cada martes debe darle clases de tutoría. Y por supuesto todo se complicará cuando Greyson termine enamorado de ella.

Capítulo a capítulo nos encontramos con saltos en el tiempo narrados por ambos, donde fuimos descubriendo desde cómo se conocieron hasta el momento en que se separaron; mientras que en el presente seguimos los pasos de Greyson y su búsqueda por una respuesta que le ayude a dar cierre a su historia de amor y desamor, y por otra parte las huidas constantes de Charlotte. Y es precisamente el dar con esta respuesta lo que nos incitó a seguir y seguir leyendo, ya que no podíamos con las ganas de saber qué fue lo que detonó todo (y sin darnos cuenta nos terminamos devorando el libro). 

Para ser honestas, estamos acostumbradas a que las novelas de Whitney G. sean muy spices, pero esta no es una de ella; si bien cuenta con un par de escenas un poco subidas de tono, en general es una historia muy dulce y tierna. Cabe destacar que es de esos libros que van directo al grano, sin dar tantas vueltas, y el drama es el justo y necesario. Además, cuenta con un personaje masculino que no tiene un pasado tormentoso, y que sin duda te robará el corazón.

Whitney G. es otra de esas escritoras que siempre resultan ser una apuesta segura si lo que buscamos leer es una novela corta que nos deje con buen sabor de boca y, por supuesto, con ganas de disfrutar más de sus historias.

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