En "La bruja blanca" conociste a Lou y a Reid. En "Los hijos del rey" los acompañaste en un camino lleno de peligros. Ahora, ha llegado la hora de acompañarlos a la batalla final…
Lou lleva toda su vida huyendo. Pero ahora, después de un golpe demoledor por parte de Morgane, ha llegado el momento de volver a casa… y reclamar lo que es suyo por derecho propio. Pero esta ya no es la Lou que conocían sus amigos.
Ya no es la Lou que le robó el corazón a un chasseur. Una especie de oscuridad se ha instalado en ella y, esta vez, hará falta algo más que amor para espantarla.
¿Estás listo para sumergirte en el último capítulo de una de las sagas más exitosas de los últimos tiempos?
Cada siete años comienza el agón. Como castigo por la rebelión, nueve dioses griegos son forzados a caminar por la Tierra, entre los mortales, mientras son perseguidos por cazadores, descendientes de antiguos linajes, con ansias de matar a un dios y hacerse con su poder divino y su inmortalidad.
Asesino de brujas #3
Cuando una novela termina como lo hizo "Los hijos del Rey" no queda otra más que leer lo antes posible su continuación, porque con un final como ese ¡la ansiedad llega a otro nivel!
*Alerta de spoilers, si no has leídos los dos libros anteriores*
Tras ese final de infarto, esta novela retoma la historia en el mismo punto, con nuestros protagonistas y sus fieles amigos continuando su viaje en busca de aliados que puedan ayudarlos a vencer a Morgane.
El camino cada vez se vuelve más y más cuesta arriba, sobre todo para Lou quien no es la misma de siempre y de paso está atrapada en su propio cuerpo, luchando con uñas y dientes (metafóricamente hablando) para volver a tomar el control de su vida, pero Nicholina no se lo pondrá nada fácil.
Este será el primer obstáculo que deben superar nuestros protagonistas, y desde aquí los giros en la trama no pararán, porque cuando crees que ya nada más les puede pasar, ¡boom! Shelby te estruja el corazón, y los nervios, de nuevo. Y es por esto mismo que no daremos más detalles de la trama, porque lo rico de leer este libro es ir descubriendo todo lo que acontece a los personajes.
Algo que sí podemos adelantar es que a lo largo de esta novela fuimos conociendo más sobre la historia de las brujas, e incluso se nos explica las diferencias entre las dames blanches y las brujas de sangre, lo que resulta ser toda una revelación dada la posición de poder que tiene cada aquelarre. Esto obviamente repercute en el pasado de Coco y su linaje, y cómo Josephine llegó a ser la poderosa bruja que es.
Otro personaje que mostró su valía a lo largo de esta novela fue Beau, quien no solo demostró el gran amor que le tiene a su nueva familia, sino también su nivel de lealtad. Además nos siguió regalando momentos hilarantes que hacen aún más amena la lectura.
Igualmente nos reencontramos con dos personajes que nos sorprendieron mucho por su relevancia en la historia, pero sobre todo por su desarrollo y evolución. Uno de ellos no los vimos venir hasta que irrumpió en escena.
A pesar de que hemos leído algunas reseñas que dicen que las primeras 200 páginas son un poco lentas, personalmente a nosotras el libro nos mantuvo entretenidas desde la primera hoja gracias a sus constantes giros argumentales que están muy bien marcados en las cuatro partes que conforman este libro.
Cabe destacar que nuevamente contamos con los puntos de vista de Lou y Reid, pero no serán los únicos, pues en esta novela se suman otros dos, uno más frecuente que el otro, y que a nuestro parecer complementan muy bien la historia.
Por otra parte, si de pruebas de amor hay que hablar, vaya que Lou y Reid se llevan la medalla de oro, pues más obstáculos no pudieron tener para llegar a su final feliz, lo que nos deja un mensaje muy bonito: cuando el amor es puro y verdadero no hay obstáculos que no pueda superar.
En resumen, esta novela resultó ser más adictiva que su antecesora, llegando casi a igualar a la primera gracias a su ritmo constante, plot twist, escenas de acción y magia, así como un final de lo más emotivo. Un cierre que es todo y un poquito más de los que podríamos haber imaginado, si bien nos quedamos con ganas de ahondar más en lo que será de Coco y Beau.
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