Alana es una periodista independiente que se refugia en su profesión porque es muy escéptica en cuestiones de amor.
Un día, la revista para la que trabaja le encarga un reportaje en Nueva York, y allí, los caprichos del destino harán que conozca a Joel Parker, un atractivo norteamericano. Sin embargo, cuando Alana descubre que es capitán de la primera división de Marines del ejército de Estados Unidos, huye de él sin cruzar palabra.
Incapaz de entender la reacción de Alana, el capitán Parker hace todo lo posible por comprenderla, hasta que descubre que el padre de la joven fue, como él, militar americano.
Sin proponérselo y casi sin quererlo, Alana encontrará en Joel esa clase de amor especial e irrepetible del que su madre siempre le había hablado. Pero se topará también con una dolorosa parte de su pasado que nunca conoció y que su madre jamás pudo olvidar: su padre.
Hola, ¿te acuerdas de mí? nos sumerge en dos historias paralelas con un final de película: dos relaciones en diferentes épocas, en distintas ciudades y con unas circunstancias que nada tienen en común, pero en las que el amor se convierte en el gran protagonista.
"Hola, ¿te acuerdas de mí?" nos sumerge en dos historias tan distintas y a la vez tan similares, la primera, basada en hechos reales, nos narra las vivencias de Carmen, una joven española que se va a vivir a Alemania en busca de un mejor futuro. Allí conoce a Teddy, un soldado americano que le roba el corazón. La segunda historia pertenece a la hija de Carmen, Alana, quien al igual que su madre termina enamorada de un soldado americano.
Ahora, si nos conocen saben que no solemos leer muchas novelas de época, por lo que cuando leímos la última parte de la sinopsis de este libro ya estábamos un poquito predispuestas, y tampoco ayudó saber que esta misma parte contaría la historia de la madre de Megan. A ver, que pensamos que sería un tanto aburrida y solo podríamos pensar en llegar a la historia de Alana.
Pero vaya sorpresa nos hemos llevado cuando, a medida que leíamos la historia de Carmen, nos fuimos encariñando poco a poco, párrafo tras párrafo, tanto así que, cuando llegó a su fin esta primera parte, nos quedamos con un vacío que ahora teníamos dudas de que lo pudiera llenar Alana. Pero otra vez nos equivocamos. Si bien esta segunda parte no se ganó nuestro corazón como la historia anterior, también la disfrutamos muchismo (si llegan a leer la novela entenderán el por qué de esta palabra).
Una novela romántica, entretenida y original, que si le dan una oportunidad podría sorprenderlos.
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