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Detrás de «LadyKiller», lo nuevo de Isa Quintín


¿Cuántas veces se han preguntado qué hay detrás de una novela? ¿En qué habrá pensado la autora para escribir la historia? ¿En quién se inspiró? Pues en esta oportunidad ¡les traemos algunas de estas respuestas!

La autora Isa Quintín compartió con nosotras curiosidades sobre el proceso de creación de "LadyKiller", su más reciente novela, la cual ya tuvimos el placer de leer y reseñar

1. Originalmente, la novela se titulaba "Bad Romance" e iba a ser un solo libro; luego la autora pensó en escribirla en dos partes, "LadyKiller" y "Lady Queen", pero terminó convirtiéndose en una serie, bajo el nombre inicial. 

2. La selección de portada para "LadyKiller" fue todo un proceso. Hubo dos opciones antes de la definitiva, más poco antes del lanzamiento apareció una cuarta. Al final los seguidores de Isa votaron por su favorita... y ya sabemos cuál ganó. (Arriba pueden ver todas las portadas) 

3. El segundo libro de la serie se llama "Flirty Girl", saldrá en 2018 y contará la historia de Luciano. En relación al punto anterior, si hubiese ganado la última portada, esta (que ven a la izquierda) abría sido la opción para la nueva novela. 

4. Marcelo está descrito y estructurado, como personaje, en cómo la autora se imagina la personalidad del modelo Juan Betancourt.

5. La primera versión de la novela era totalmente diferente. Por ejemplo, el final era otro. ¿Qué pasó? Isa se la envió a una editora que con los cambios... prácticamente la destruyó. Así que la colombiana se vio en la obligación de volver a escribir todo de nuevo. 

6. Isa tomó clases de italiano para acercarse a la cultura, a las expresiones, para hacerse parte de ello.

7. Todos los lugares que se nombran (bares, cafés, tiendas de ropa) son reales, incluso las direcciones, así como los eventos. 

8. "LadyKiller" está "inspirada" en la ruptura de una amiga de Isa, quien terminó con su novio mientras la colombiana escribía la novela. De todo esto, la autora tomó algunas referencias que nutrieron la historia. El libro también está dedicado a ella.

9. La novela tiene muchos guiños de las series, libros, música y hasta superhéroes favoritos de Isa. El tiramisú, por ejemplo, es su postre preferido.

10. El personaje de Marc es una mezcla entre el ex de Isa y los de mis amigas.

Además, la escritora  nos compartió una sentida (y divertida) carta de despedida para los personajes de LadyKiller. Porque a veces cuesta soltar aquello que te acompañó tanto tiempo...

¡Léanla, solo si ya saben la historia completa de LadyKiller!



Octubre de 2017

Paloma, Marc y Marcelo.

A ver chicos, que no me salen las palabras porque las únicas que puedo procesar ahora mismo son las que vosotros me susurráis al oído cada dos por tres como si me hubiese quedado más de la mitad de la historia por contar. Y no, que todos sabemos que hasta aquí podíamos llegar. Que todo lo intenso y sórdido que vivimos los cuatro debía llegar a su final. ¡Así que dejadme en paz de
una buena vez o acabaré loca de remate!

Os parece muy bonito que trabaje en la estructura del mago y lleguéis a invitarme un plato de pasta con el inconfundible sabor de la sazón de Marcelo. O que tú, Marc, me muestres tu sonrisa natural y vivaz y que resuene con eco en mi cabeza y yo me sienta con ganas de darte un abrazo y decirte que estoy muy orgullosa de lo que eres hoy.

No, esto es antinatural, sois creación de mi imaginación, no puedo extrañaros porque nunca os tuve físicamente conmigo. Solo vivisteis en mi cabeza nueve meses igual que un embarazo, y el parto me ha dejado secuelas horribles. Y no permito que soltéis carcajadas, es cierto. Ahora ya no vivo sin una porción de tiramisú en la semana, escucho música italiana ¡Yo! Pobre Adam dirá que le he puesto tres cuernos de bisonte en la frente. Y como si fuera poco, estoy aprendiendo italiano. Y he vuelto al libro, a leer mis capítulos favoritos y a soñar con vosotros y a pensar en qué haréis ahora mismo, en si Paloma ha aprendido a guardar la ropa en el armario, en si Pipo sigue con vida, en si Marcelo ya compró la nueva colección de camisas hawaianas que vi en la web de Stradivarius y Moschino. O en qué fue de los trajes de Marc.

No vivo sin vosotros y sabéis muy bien que el mago merece su lugar porque os lo cedió sin quejas. Que no porque lleve la cara de Adam es más importante, es que es hora de que os vayáis a seguir con vuestra vida sin mí, porque así funciona esto. Que lo diga Manuel. Él será muy El Halcón Negro, de mis hijos, el más querido y mimado, pero ni él me ha hecho lo que vosotros hacéis conmigo. Y no es justo, que ni leer pueda, que Marcelo me tenga viendo televisión española solo porque Juan está en Masterchef y verlo a él entre fogones es verte a ti, joder. Que me quede horas en Pinterest mirando fotos de Thomas porque sus ojos y su sonrisa y esa jodida barba son Marc. Y que me esté empezando el gusto por pintarme las uñas de colores porque a Paloma le fascina hacerlo. Esa no soy yo, chicos, sois vosotros que vinisteis un día a contarme una historia que se complicó por muchas razones, que casi se va al traste, que no encontraba el camino y tuvo que salvarla una chica que paradójicamente también os entraña un rato. ¿Qué habéis hecho con nosotras?

Seguro fueron esos ojos de ciencia ficción de Marc, o esa sonrisa de bizcocho de Marcelo, o esa forma intensa y psicótica que tiene Paloma de amar. Y lo peor de todo, es que Luciano quiera imponerse al orden de las cosas, que intente colarse también en mi cabeza mostrándome escenas, sonriendo pícaro, hablándome de vinos, de sus mejores movimientos en el fútbol americano, de lo que le ha cambiado la vida… ¡Sois todos un montón de embaucadores!

Pero debo ser fuerte, yo lo soy, yo puedo, pero ayudadme un poquito, porfis. Ir a hacer vuestras vidas, Marcelo abre ese restaurante de una buena vez y prometo ir a Nueva York a conocerlo, Paloma ayúdale con lo que sabes hacer y arrastra contigo a Greg y Salomón antes de que a ellos se les ocurra susurrarme su historia también. Marc, tú sabes lo que haces y estás siendo feliz. Vuelve a verme en unos meses, nos tomamos un té en alguna terraza bonita de la ciudad y me cuentas cómo fue tu viaje, cómo tomaste esa decisión tan importante y qué ha pasado contigo desde entonces.

Vosotros debéis volar, ir a seducir lectores, abrazarlos fuerte y que ellos no quieran soltaros. No os quedéis conmigo, no puedo hacer más por vosotros, más porque fuisteis vosotros quienes me disteis demasiado, me enfrentasteis a mis miedos, me llevasteis al límite, me robasteis el sueño, las sonrisas, las lágrimas… el corazón. 

Cada uno de vosotros me ha enseñado que el amor se presenta de muchas formas y que cada persona que llega a nuestras vidas nos enseña algo. Pues bien, es momento de que alguien más lo aprenda y lo sienta gracias a esa preciosa historia que los tres vivisteis.

Pero no estéis tristes, estaréis por siempre en mi corazón. Marcelo siempre estará en la pasta, en el tiramisú y las delicias italianas, en las canciones que ahora canto, en el idioma que aprendo, en las camisas hawaianas llévelas quien las lleve y en el cuerpo, esa mata de pelos esponjosa y esa sonrisa y barba de Juan. Paloma estará en el aire, en el romance, en el gusto por el helado, por el café, en el amor a los libros, en las bromelias, el color menta y el gusto por lo vintage y el DIY. Y tú, Marc, tú estás en más recuerdos de los que quisiera, en más canciones de las que puse en la playlist, en tus trajes de diseñador, en tu sonrisa esquiva, en el jazz, los modales de caballero. Tu y yo batallamos mucho, ser esto o ser lo otro. Lloramos y hablamos. Pensamos en lo que sería mejor para todos, en quién debería irse y quién quedarse. Estuvimos a punto de decirte adiós para siempre, suerte que no porque tenías más para dar. O tienes…

Chicos, gracias por tanto. Gracias por removerme las fibras más profundas. Por permitir que hiciera de vosotros personajes tan palpables y reales. Gracias por  aguantar mis dudas y mis miedos. Gracias por aparecer un día en mi cabeza y por acompañarme estos meses. 

Gracias por recordarme el valor de las personas que nos rodean y las consecuencias de tomar decisiones equivocadas. Gracias por el tercer grado que me aplicasteis y por abrazarme con tanta fuerza cuando el final no quería desenredarse y yo no quería soltaros tan pronto pese a que el
número de páginas apremiaba.

Me quedo aquí, viendo como os alejáis por el pasillo que lleva a la puerta de nuestra casa, sonriendo, vestidos de vuestra luz y tomando caminos distintos. Una lágrima se me escapa y rueda por mi mejilla mientras os sonrío por última vez y os digo adiós con la mano. 


Isa

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