Otra relación rota y un nuevo amor: es la historia de siempre en la vida de Kate.
Sin embargo, no quiere que la situación afecte a su hija Sabine y, sin consultárselo, la envía a casa de sus padres en Irlanda.
Joy y Edward acogen a esta adolescente inquisitiva y problemática, que se niega a adaptarse a un mundo tan rural y tan alejado de su barrio londinense. Y si para Sabine sus abuelos resultan ser unos perfectos desconocidos, para Joy la presencia de su nieta es un revulsivo que la obliga a recuperarse del pasado y enfrentarse a él.
Joy, Kate y Sabine deberán abrir sus corazones, aunque ello las fuerce a romper su silencio, a desvelar sus secretos, a aceptar la verdadera naturaleza del amor y a ahondar en las relaciones no siempre fáciles entre madres e hijas.
Dramas y más dramas. No es una historia de amor, sino es un drama familiar con todas sus letras, como es y fue la vida de tres mujeres que, aunque son abuela, madre e hija, por la falta de comunicación, no podrían ser más antagónicas.
Empezamos con Joy, la novela arranca en los años 50 con una Joy joven, un poco rebelde, que encuentra el amor en el momento y lugar menos esperado junto a un marine, Edward. Este romance aparenta ser idílico, al menos en los siguientes 3 de 4 capítulos que están a lo largo de la novela, en forma de flashbacks. Joy nos cuentas su pasado, como fue su relación con su esposo y las costumbres de aquellas épocas. También encontramos a Joy y Edward ya mayores, ambos en el ocaso de sus vidas y como estas antiguas costumbres, los han formado como personas poco expresivas. Cabe destacar que ambos tienen una pasión en común: los caballos.
Seguimos con Kate, hija de Joy y Edward. Desde adolescente fue una muchacha rebelde que siempre desafió a sus padres. Le ha ido muy mal en el amor ya que ni ella mismo sabe lo que quiere. Muchas de sus acciones no son aprobadas por su madre, sobretodo, y desde joven ha tenido que salir adelante con su hija Sabine.
Sabine es enviada a pasar las vacaciones con sus abuelos a Irlanda, se siente una extraña en aquella casa ya que solo ha visto a sus abuelos por dos ocaciones. Al inicio tendrán una relación tormentosa hasta que el recuerdo de la vida de Joy las unirá. Poco a poco va gustándole esa “viaja casa” como ella le dice y los lazos familiares se unirán más, cosa que causa un recelo en Kate.
Esta novela, en general, no solo cuenta la historia de estas tres mujeres, sino que además contará la de otras familias dando a notar que no todas son iguales y que muchas, con unos problemas más graves que otros, juntos, salen adelante.
Es interesante el desarrollo de cada una de ellas; Joy deja de ser tan uraña y cuando la comunicación mejora, su hija se sentirá más cerca de ella. Kate por su lado deja de sentir compasión de si misma y toma las decisiones como la mujer que es. Sabine por su parte es una adolescente que conoce más del trabajo duro y madura, su relación con su madre no es la mejor pero va en vías de serlo. Una historia amena, agradable y sin muchas expectativas.
Esta historia de tomo único, nos pone frenta a mujeres de distintos carácteres, es imposible que el lector no cree lazos con ellas, pero la historia podría haber sido contada un poco más, la autora las pone frente a un evento que las une de una manera un poco apresurada y como es costumbre con las historias de Jojo, al final las deja sin concluir en su totalidad.
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