Toda una vida juntos en un orfanato no es suficiente para que el tiempo pase y la vida cambie hasta el punto de no acordarse el uno del otro... Pero hay cosas que no se pueden olvidar.
Darío y Sofía comparten su infancia en el orfanato San Jorge.Son un gran apoyo el uno para el otro y, con ilusión infantil, prometen estar juntos toda la vida. Pero todo cambia cuando una familia adopta a Darío y Sofía se queda sola, algo que la marcará para siempre.
Años después ambos continúan sus vidas de maneras muy distintas: Darío en la pobreza más absoluta y Sofía rodeada de lujos. No han vuelto a saber el uno del otro. Pero un día el destino decide cruzar sus caminos, aunque ya nada queda de los niños que fueron.
Darío la reconoce al instante, pero Sofía, a punto de casarse con otro hombre, parece haber dejado en el olvido su pasado... y también a su antiguo amigo.
Una nueva autora que tenemos el gusto de leer por primera vez.
Esta es la historia de Sara y Darío, dos huérfanos que se conocer en un orfanato, hasta que un día Darío es adoptado y separado de Sara. Ella, sola, enferma y muy triste le guarda rencor por haberla dejado.
Catorce años más tarde se reencuentran de la manera menos esperada, y empieza el desarrollo de la segunda parte de esta tierna historia.
Tiene un tema secundario que le da un toque especial a la historia: la leyenda de las grullas de papel. Cuenta, además con un una narración muy sencilla y fluida.
Por el contrario, en nuestra opinión sentimos que el dar muchas vueltas al reencuentro hizo que esta novela tomara el cariz de una telenovela. Encontramos a una Sofía muy manejable y maleable, un Darío muy luchador y romántico, y otros personajes (que no entraremos en detalles, pero que sabrán desde un inicio a qué nos referimos) que debieron tener un mayor desarrollo lo que hizo que quedara espacios en la historia.
Lo que juega a favor definitivamente es el hecho que entretiene muchísimo y no pararás hasta descubrir a donde te lleva todo ese lío, pero lo que tiene definitivamente en contra es que tantas coincidencias lo hace un poco irreal.
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