Lou Clark tiene muchas preguntas:
¿Por qué ha terminado trabajando en el pub irlandés de un aeropuerto donde cada día tiene que ver cómo otras personas se van de viaje a conocer sitios nuevos?
¿Por qué a pesar de que ya lleva meses viviendo en su apartamento aún no se siente en casa?
¿Le perdonará su familia lo que hizo hace año y medio?
¿Y superará alguna vez la despedida del amor de su vida?
Lo único que Lou sabe con certeza es que algo ha de cambiar.
Y una noche sucede.
Pero, ¿y si la desconocida que llama a su puerta tiene incluso más preguntas y ninguna de las respuestas que ella busca?
Si cierra la puerta, la vida continúa, sencilla, organizada, segura.
Si la abre, lo arriesga todo de nuevo.
Pero Lou una vez hizo una promesa para seguir adelante.
Y si quiere cumplirla tendrá que invitarla a entrar...
¿Es malo? No. ¿Fue necesario? Probablemente sí....o no. Tenemos sentimientos encontrados.
Siguiendo con "Yo antes de ti" este libro es un poco aburrido, algo lento (en momentos) pero nos encontramos nuevamente con mensajes positivos, de superación, con los cuales nos podemos sentir identificados.
Tal vez era necesario saber de Lou, pero no era como imaginábamos. Nos encontramos a la antítesis de Lou, pues la radiante Lou desapareció y tiene tantas cosas en la cabeza que, por si faltaba, aparece una más. Es ahora ella la que tiene que ser una guía, pero ¿cómo serlo si está en stand by?
Lou cuenta con su familia y amigos para salir adelante, antiguos y nuevos personajes que se enganchan a tu mente, y esperas volver a leerlos.
Por un momento temimos que pasara lo peor y pensamos: "Jojo no puede ser tan mala".
Recordemos que hace poco Moyes confirmó la habrá un tercer libro. Desde nuestro punto de vista no sé si, para empezar, era necesario uno segundo, pero por de cómo terminó esta novela, sí creemos que es necesario.
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